lunes, 20 de agosto de 2007

Transporte

Aunque se utilizan diversas formas de transporte, desde el más primitivo a los aviones más modernos, las redes de carreteras y de ferrocarriles son las más importantes por la cantidad y volumen de carga y pasajeros transportados. El vehículo de motor es el elemento predominante en el subcontinente. En Argentina, Brasil y Chile el ferrocarril, el transporte fluvial y el costero tienen mucha importancia; pero en estos países el ómnibus, el camión y el automóvil aún ocupan un primer orden en el transporte de pasajeros y de carga.
No obstante, las redes aéreas nacionales e internacionales proporcionan un sistema de transporte continental más completo y seguro que el que se efectúa por la red de carreteras, las líneas férreas o las fluviales. Esto se debe principalmente a la escasez de poblaciones en el interior del subcontinente; por ejemplo, el sistema de líneas de ferrocarril, que se había terminado en 1930, estaba orientado a favorecer el transporte entre el interior y las ciudades portuarias. Los ferrocarriles y la red de carreteras son importantes sólo en el sur de Brasil y en la Pampa argentina y, en menor proporción, en las populosas zonas de Uruguay, Chile, Colombia y Ecuador.
La construcción de carreteras ha sido más intensa desde la década de 1950. Venezuela y la costa peruana poseen un buen sistema de carreteras; en Paraguay y Bolivia, por el contrario, la infraestructura vial está menos desarrollada. Los países andinos han ido construyendo carreteras hacia el interior desde hace décadas, y Brasil ha ampliado su red hacia la cuenca amazónica. Los sistemas nacionales de carreteras, como los aéreos, han empezado a acelerar la integración económica de los pueblos alejados del interior con el corazón de los centros industriales y comerciales de varios países.